jueves, 11 de diciembre de 2008

¡Logrando Una Sonrisa de Vida y Esperanza!

Para quienes aún no están enterados, el grupo de los Colectivos Universitarios, "Logrando Una Sonrisa"(LUS), con su Programa "LUS De Vida Y Esperanza" está llevando a cabo una chocolatada para los niños del Centro Emergencia Mujer, Institucón que está bajo la dirección de la Señora Betty Zúñiga. Hasta el momento todo está yendo bien, pero esperemos que todo salga como se planeó en un principio. Se tiene pensado realizar la Chocolatada para un promedio de 150 niños (y si la ayuda de las Instituciones es favorables entonces se aumentará el numero de niños).

Para los que integran el grupo "Logrando Una Sonrisa", traten de comunicarse conmigo porque debemos coordinar los detalles finales de esta chocolatada para que, llegado el día 22 de este mes, podamos realizar la chocolatada con las mismas expectativas con que se pensó en sus inicios, asi como también cubrir las expectativas que tiene la Señora Betty, pues de cumplir nuestras metas en esta proyección social, el grupo quedaría consolidado como un anexo de la escuela de comunicación (que aúin está en proyecto), pero manteniendo la autonomía y dirección de la Señora Betty Arbulú.

No olviden que de poner nuestro granito de arena, estaremos logrando muchos rostros felices, muchas sonrisas, y mucha esperanza en estos momentos en que se piensa que no se puede ser feliz. Nosotros les regalaremos esa felicidad que han visto perdida, y hasta en ciertos casos esquiva, para devolverles a su vez la esperanza para continuar luchando contra los abusos y el rechazo que sufren sin merecérselo.

Estamos unidos en esto, y recordemos que como grupo siempre podremos encontrar una sonrisa que por mucho tiempo estuvo escondida por miedo al maltrato y la ausencia de alguien que les devolviera la fe.

Su sonrisa será nuestra satisfacción, y la esperanza será el alimento y regalo de todos nosotros para compartir y no olvidar jamás.

viernes, 21 de noviembre de 2008

MALTRATO INFANTIL

El maltrato y el abuso contra los niños , niñas, y adolescentes, es uno de los problemas más graves que debemos atender.
El maltrato infantil es toda agresión o daño producida por los padres, familiares, maestros y otras personas que estén en el entorno del niño.
Hay maltrato también cuando no se atienden las necesidades del niño, como alimentación, salud, protección, afecto y cuidado.
Existe maltrato físico, sicológico y emocional.

Maltrato Emocional

Este es uno de los maltratos más difíciles de identificar, porque no puede ser observado a simple vista, como ocurre en el maltrato físico.
Se produce a través de expresiones de desprecio o de rechazo o por la indiferencia hacia el niño.
También se da a través de insultos o mensajes destructivos, como: “no sirves para nada”, “eres un inútil, un torpe, no te quiero”, etc.

Maltrato Físico

El maltrato físico se produce a través de golpes aplicados al niño con violencia, con la intención de disciplinarlo o educarlos, por ejemplo: empujones, cachetadas, jalones de pelo, jalones de orejas, utilizar la correa, etc; presentando en algunos casos lesiones como Moretones, quemaduras con cigarrillo, agua caliente, artefactos eléctricos como una plancha, fracturas, rasguños, heridas en la boca, labios u ojos.

¿Qué conducta puede presentar?
Ø Es temeroso con sus padres.
Ø Desconfiado de los adultos.
Ø Inquieto cuando otros niños lloran.
Ø Pueden presentarse conductas extremas: muy agresivo, o distraído y ausente.
Ø Manifiesta problemas en su rendimiento escolar.
Ø Puede ser muy agresivo, violento y destructor.
Ø Puede comportarse de manera conformista y pasiva, o bien muy agresivo y exigente.
Ø Puede presentar problemas de sueño o pesadillas.
Ø Tiene problemas para jugar con otros niños.
Ø Puede manifestar miedos excesivos, sentimientos de tristeza, o ideas reiteradas y exageradas sobre alguna cosa.
Ø Puede tener problemas de lenguaje o en su forma de expresarse: tartamudear, por ejemplo.
Ø Otros niños también pueden presentar conducta fácilmente adaptables pero que no corresponde a su edad: o son demasiado adultos o son demasiado infantiles.
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Reflexiones
¡Todavía está a tiempo! Puede ayudar a su hijo.
Si usted maltrata es porque quizá ha sido maltratado de niño. Pida ayuda porque puede seguirse dañando emocionalmente, y sobre todo, puede afectar a su hijo de por vida.
Recuerde, nuestros hijos son regalos de Dios, por ello debemos amarlos y saber escucharlos.

lunes, 27 de octubre de 2008

¡Presas de su propio miedo!

“Si me denuncias te va a ir peor. Tengo amigos en la policía y en un par de horas estaré saliendo, y cuando regrese te golpearé con más ganas… Ya verás…”

Ésta es la realidad que viven las mujeres día a día, siendo maltratadas por sus parejas que ven la golpiza propinada a la mujer como un acto de gran osadía, algo casi heroico y engrandecedor, haciéndolo tema de conversación apetecible entre los demás pega-mujeres del barrio y convirtiendo el hogar en el último lugar en donde menos quisieran estar las madres, pues no hay tregua cuando de hacerles daño se trata, y todo vale en esta “lucha de sexos” donde la balanza está inclinada a favor del hombre que cuenta con aliados propicios e idóneos cuando de sobornar y hacer pasar por altos estos actos de injusticia se trata. Así es la vida de la mujer, víctima de la violencia doméstica, acallada por el miedo a perder más que la dignidad en la próxima golpiza del marido.

Pero no es la única manera de agredir a las mujeres, pues estos insuficientes hombres se aprovechan del estado débil y frágil de la mujer para demostrar su hombría abusando sexualmente de ellas no importándoles los daños psicológicos que acarreen; así pues, una ves más, se hacen llamar hombres por dejar a su esposa golpeada, tirada en el piso, con el alma en vilo, temerosa de aquel cariño que le demuestra su pareja en cada arranque de locura y satisfacción propia.

Atreverse a salir del silencio en el que están sumergidas las mujeres que son maltratadas constantemente es muy difícil por causa del miedo, además de vacíos profundos en nuestra legislación. Nuestras autoridades no hacen otra cosa que buscar lugares preferenciales en cargos de poder sin importarles el bienestar de la población, en especial el bienestar de la mujer, que resiste segundo a segundo la incansable golpiza que sus parejas, acostumbrados a tal menester, realizan de manera precisa, certera, llenos de odio y burla, a sabiendas de que una denuncia a las autoridades por tales actos no terminará más que en otra tarde de excursión por los locales policiales en donde tienen las de ganar por el hecho de ser hombres, y la mujer, por ser mujer, pierde todo enfrentamiento y derecho que la deja nuevamente a expensas de aquel tirano cotidiano dispuesto a cobrarse caro tal paseo fuera de su casa.
En el Perú golpear a la conviviente o esposa no es un delito. No tiene castigo punitivo. No esta penado. Es un vació jurídico inmenso. Mientras nuestros legisladores se reparten los sillones del Tribunal Constitucional –y otros escándalos bochornosos– se olvidan del gran problema que representa la violencia familiar.

Carmen, una joven madre de 27 años, ha intentado algunas veces decir algo, pero sabe que solo le espera una golpiza aún más terrible al regresar a casa; esquiva las preguntas y evita en todo momento ser conducida a la comisaría para denunciar al agresor. Una vez lo intentó y sólo recibió reproches de algunos malos elementos policiales como “¿Qué habrás hecho? Seguramente lo merecías”, con una crudeza tan brutal que la desmoralizó aún más. Y en los casos que la autoridad interviene, nuestras leyes liberan al agresor al día siguiente, despertando en él deseos de venganza, haciendo que la paliza sea aún peor. Quizá este sea el motivo por el cual Carmen prefiera callar.

Hoy el tema de la violencia dejó el espacio de lo privado y secreto, y se asoma aún temeroso al espacio de lo público y es actualmente uno de los graves problemas sociales que cruza las diferentes redes primarias y secundarias de la sociedad.

Vivimos en sociedades que manejan diferentes códigos en relación a la violencia; existe una fuerte condena cuando ésta se lleva a cabo en el espacio público, sin embargo se le tolera, avala –y hasta cierto punto se le perdona y olvida– cuando se da en el espacio privado. Una denuncia por una agresión en la vía pública es inmediatamente acogida, la misma denuncia en el hogar es desestimada, subvalorada e incluso se intenta persuadir a la víctima que retire su denuncia.

En Piura está la Comisaría de Mujeres, y ONG’s contra la violencia familiar, que brindan apoyo moral y legal a estas victimas de su propio silencio. De acuerdo a estadísticas recogidas en el Ministerio de La Mujer y Desarrollo Social (MIMDES), los casos de violencia doméstica contra la mujer en el 2002 alcanzaron la cifra de 1129, en el 2003 disminuyeron a 949, en el 2004 nuevamente los casos ascendieron a 1302, en el 2005 descienden a 1261, y sorprendentemente en el 2006 se presentan 931 casos. Es una cifra lo bastante menor en comparación a los años anteriores pero no precisamente significa que la situación esté mejorando pues hay casos en los que las mujeres no denuncian las agresiones por sus temores y vergüenzas, principales obstáculos para una ayuda pronta y eficaz por parte de los instituciones en apoyo de la mujer.

Nuevamente Carmen revive sus peripecias para sobrevivir otro día en su casa, sabiendo que en manos de su pareja cualquier día podría suceder lo peor y no habrá nadie quien pueda defenderla. “Es una pesadilla la que vivo y siento que jamás despertaré de ella, por mis hijos tengo que aguantar…” Carmen lamenta su situación, lamenta con el dolor de quien sufre y está atrapado sin salida. Se siente sola, muy sola… Su autoestima ha sido completamente destruida por tanto daño psicológico y su cuerpo esta muy lastimado por los golpes, gritos, puñetes y patadas. Y lo peor de todo es que sus hijos están creciendo con ese pésimo ejemplo de vida.

En nuestra realidad son 80 mil casos de denuncias por violencia familiar. Es una pesadilla que viven mujeres y niños, en todo el país y de todas las clases sociales. Es una pesadilla de la que se puede despertar, y no una realidad para siempre. Carmen siente que jamás saldrá de la pesadilla que se ha vuelto su realidad, realidad que podría terminar en muerte si no hacemos lo necesario y justo por protegerla…
Por: Oscar Edhir Altamirano Ayala

martes, 14 de octubre de 2008

La Escalera de la Autoestima

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La Asertividad

Es el manejo positivo de la agresividad, entendiéndose ésta como fuerza, valor, empuje, intención, que impulse a obtener lo que se desea, necesita, anhela o sueña, sin agredirse o lastimarse a sí mismo y a los demás.

El manejo de la asertividad en la persona es mediante una autoestima alta, el autoperdón y el uso de la razón. Ser asertivo es ser consciente de sí mismo, de la realidad de sus sentimientos y su conducta.

La persona asertiva se caracteriza por pedir lo que necesita, decir lo que le gusta, o no expresar lo que siente cuando es necesario. Tener siempre presente el ¿para qué?, ¿para qué lo digo?, para informar, darme a conocer, etc, o para humillar, lastimar o reclamar. Si este “para que” no responde a algo positivo, es mejor callarse.

Las personas asertivas canalizan su agresividad negativa u hostil a través de los deportes, ejercicios físicos o de relajación, o por actividades que permiten la salida de esa energía acumula.

Ser asertivo significa poner en práctica las habilidades propias respetando los derechos de los demás: significa tener el valor de usar la percepción y comunicación, ya que lo que cuenta más en un mensaje no es el “que”, sino el “como” se dice.

Por otra parte, la asertividad sin una buena percepción y sin saber cómo comunicar, puede llevar al desastre. Por ejemplo, si se le dice a una persona que su trabajo está mal hecho se está siendo asertivo, pero falta usar la percepción para darse cuenta de lo que es, lo que se dice en realidad y cómo se está diciendo, ya que en vez de ayudarla a que vea su comportamiento, su trabajo y sus consecuencias, podría estarse usando una comunicación destructiva.

La no asertividad o agresión hostil es el manejo negativo de la agresividad; es decir, satisfacer las propias necesidades y derechos sin importar los de los demás.

domingo, 12 de octubre de 2008

EL CEM-PIURA AVANZA EN SU LUCHA POR LA DISMINUCIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER

La violencia contra la mujer por razones de género obedece a una lógica jerarquizada entre los sexos, la cual es instaurada dentro de la cultura y la sociedad, y es transmitida mediante discursos y representaciones; la constituyen todos aquellos comportamientos y acciones que violenten, dañen o perjudiquen la integridad de las mujeres, obedeciendo estas acciones a una racionalidad que discrimina a la mujer.

En entrevista con la señora Bety Isabel Zúñiga Arbulú, Promotora y Coordinadora del Centro Emergencia Mujer (CEM), nos cuenta algunos de los eventos que constantemente promocionan y los logros a los que han llegado, como la disminución de la violencia contra la mujer y el incremento del número de personas que buscan ayudar en esta lucha de la violencia femenina contra la mujer.

¿Cuáles son los eventos que se dan en el CEM?
Hay eventos de capacitación que se hace a las usuarias. Cuando hay muchas usuarias se reúnen por grupos para explicarles sobre un tema. Aparte de ello, nosotras hacemos campañas contra el abuso sexual infantil en coordinación con otras instituciones; hemos hecho ya una campaña en el Mercado de Castilla.

¿Cuál es el propósito de esta próxima campaña?
En esta campaña se trabajará la prevención del abuso sexual en donde habrá un grupo artístico que es especializado en niños y vamos a hacer como un espectáculo para, de manera lúdica, enseñar a los niños que cuiden su cuerpo y prevenir el abuso sexual infantil, para que manera sepan dónde acudir.

¿Cuáles han sido los últimos logros que ha adquirido el Centro de Emergencia Mujer?
Uno de los logros es que se ha incrementado el número de personas que vienen a los servicios del Centro de Emergencia, por ejemplo antes teníamos 100 casos mensuales, ahora tenemos en promedio 150 casos mensuales y eso significa que a más difusión, más gente se entera dónde acudir y viene a denunciar la agresión de la que ha sido víctima.

Otro de los logros es que hay 15 voluntarios que están apoyando al CEM y realizan trabajos de dar charlas a niños, a APAFAS, otros apoyan a Casa Refugio que ya han instalado una ludoteca; también ahora los voluntarios han crecido, se han contagiado alumnos de la Universidad Los Ángeles de Chimbote que ya son cerca de 25 que han presentado sus documentos que quieren ser voluntarios. También hay otras persona que se están integrando; estamos coordinando con el profesor de la Universidad Nacional de Piura, Miguel Godos, porque él está interesado en que se haga un trabajo con los alumnos de Comunicación o Educación para ver si formamos un grupo de voluntarios que puedan hacer trabajos dentro de la Universidad y también fuera si lo desean.

¿Cómo llegó a ser Coordinadora del CEM?
Bueno, el año 2001 hubo un concurso público que fue convocado por el MIMDES para las plazas de centros de emergencia, y como yo tengo experiencia en educación y en trabajos de defensa contra la mujer participé del concurso y gané la plaza.

¿Qué normas se cumplen en el CEM?
Hay una norma que se cumple aquí, en el CEM, y es que el cargo de coordinación es de forma rotativa, es decir que cada ocho meses o cada año hay cambio de coordinador para evitar que los coordinadores puedan tener algún problema de estrés, es por eso que hay cambio de responsabilidades. En el CEM han pasado muchos coordinadores, pero mi cargo desde el año 2001 es de Promotora, Especialista en Comunicación nos han puesto últimamente, pero en realidad mi trabajo es de promoción, capacitación, difusión, ir a los medios.

¿Cuál ha sido el caso más triste y conmovedor que ha atendido en este CEM?
Un caso que más me conmovió fue el rapto, robo y violación de una señora de 33 años, casada, con hijos, que trabaja en el mercado vendiendo jugos; ella había ido al mercado a comprar su fruta y fue captada, raptada, robada y violada por tres sujetos. Bueno, ese fue uno de los casos más críticos que hemos tenido aquí.
Oscar Altamirano Ayala

¿Soy víctima de violencia por parte de mi pareja?

Como alternativas tienes: NUNCA, A VECES, SIEMPRE
Reflexiono y respondo con sinceridad
PREGUNTAS
¿Tu pareja te insulta o grita? ( )
¿Te culpa de todo lo malo que ocurre en el hogar y con tus hijos? ( )
¿Controla tu vida o tus actos? ( )
¿Te impide trabajar en lo que te gusta? ( )
¿Te amenaza con quitarte a tus hijos? ( )
¿Te ha amenazado alguna vez con matarte? ( )
¿Te ha golpeado en el rostro o en el cuerpo? ( )
¿Te ha dado miedo su mirada, acciones y gestos? ( )
¿Cuándo te habla te trata de inútil y que no sirves para nada? ( )
¿Te obliga a tomar decisiones contra tu voluntad? ( )
¿Te ha obligado a tener relaciones sexuales por la fuerza? ( )
¿Te prohíbe salir, visitar a tus amigas y vecinas, incluso ver a tu familia? ( )
¿Te avergüenza en público sobre tu forma de ser, tu vestido y el modo en que haces las cosas? ( )
TOTAL _____________

Si tienes todas tus respuestas en el rubro NUNCA, te felicitamos, eres una persona que vive libre de violencia.
Si tienes una o más respuestas en el rubro de A VECES o SIEMPRE, ¡ESTÁS EN PELIGRO! Eres víctima de violencia. Acude inmediatamente a un Centro Emergencia Mujer del MIMDES o llama a cualquiera de las siguientes dos líneas gratuitas: Línea Ayuda Amiga 0-800-16-800 , o a la Línea 100.





¿QUÉ ES VIOLENCIA FAMILIAR?


Son actos que causan daño en la salud de las personas y están prohibidas por la ley, por eso se deben denunciar a quien ejerce cualquier tipo de maltrato

Existe violencia física (golpes, empujones), violencia psicológica (insultos, humillaciones) y violencia sexual (palabras insinuantes, tocamientos, violación).

¿ERES VÍCTIMA DE VIOLENCIA FAMILIAR Y SEXUAL?

Muchas personas vivimos en una situación de violencia y no nos damos cuenta.

En casos de necesitar apoyo llamar a la Línea Gratuita Ayuda Amiga 0-800-16-800. Aquí serán orientadas acerca de los servicios del MIMDES o de otra institución que se encuentre cerca de tu domicilio.

domingo, 28 de setiembre de 2008

Con una sociedad indiferente no habrán logros posibles...

La extorsión, el insulto, la amenaza, los gritos, la bofetada, paliza, el azote, el cuarto oscuro, la ducha helada, el ayuno obligatorio, la comida obligatoria, la prohibición de salir, la prohibición de decir lo que se piensa, la prohibición de hacer lo que se siente y la humillación pública son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales que se aplican no precisamente en tiempo de guerra sino en la vida familiar. Pero vale recalcar que la familia deja de ser tal cuando es invadida por la violencia.

Siempre es difícil precisar un esquema típico familiar, debido a que la violencia puede ser física o psíquica, y ocurre en todas las clases sociales, culturas y edades. La mayoría de las veces se trata de los adultos hacia uno o varios individuos. Las relaciones abusivas se basan en la creencia errónea de que una persona tiene derecho de controlar a otra.

En la práctica, el maltrato tiende a "naturalizarse", es decir se torna cotidiano sobre todo a través de conductas violentas que no son sancionadas como tales.

Cabe destacar que las personas que sufren estas situaciones suelen ocupar un lugar relativamente de mayor vulnerabilidad dentro del grupo familiar.

En este sentido la violencia hacia los niños y las mujeres, estadísticamente reviste un mayor número de casos, en cambio los hombres maltratados son solo el 2% de los casos de maltrato.

La situación empeora cuando se trata de violencia física, que en su mayoría son lesiones leves, las cuales cuando dejan marcas desaparecen en no más de 15 días, complicándose así la posibilidad de mostrar pruebas fehacientes para denunciar actos de agresión.

Si bien hay un importante número de hombres golpeados, la gran mayoría de los casos se trata de personas de género femenino. Sin embargo, no todas las mujeres son cobardes. Hay quienes inmediatamente denuncian a sus maridos si estos osan manotearlas aunque sea. Pero que mala suerte tienen algunas, pues la comisaría, institución que supuestamente nos protege y defiende, no es otra cosa que compinche de estos pega-mujeres. Ante una denuncia sólo hace falta pasar unos cuantos billetitos al policía de mayor rango allí presente para que la excursión de la pareja termine en un “vuelvan cuando quieran”…

En el caso de los niños como en otros casos de violencia, también se da una relación de vulnerabilidad. Claramente los menores muestran inferiores recursos para defenderse de lo que lo haría un adulto. En este caso el riesgo sería mayor porque se trata de un sujeto que cuenta con mayor fuerza y dominio que el niño. En muchas oportunidades se trata de golpeadores que fueron maltratados en la propia infancia.

El Poder Judicial es inundado por personas maltratadas que llegan a esas instancias debido al caso omiso que hacen las comisarías. Esta institución recibe un promedio de 40 a 50 denuncias semanales; algo de 6 ó 7 denuncias diarias. Sin embargo, de acuerdo a la declaración de la Asistenta Social del Juzgado de familia, Victoria Estrada, “la violencia familiar no es un delito”.

Es así como la violencia familiar se convierte en uno de los secretos mejor guardados en el país. Las mujeres temen dar a conocer la realidad que viven en sus casas por temor al qué dirán y en especial, a las represalias por parte de su pareja. Piensan que el primer golpe que les propina su conyugue –y en muchos casos, los hijos a los padres– no volverá a repetirse, dada las muestran de “arrepentimiento” que éstos conceden. Pero se equivocan.

Aunque el primer incidente violento puede que no sea grave, una vez que el maltrato comienza, tiende a aumentar en gravedad y frecuencia, llevando algunas veces a un daño permanente o a la muerte. Lo que puede comenzar como una bofetada o un empujón ocasional se convertirá en un empujón en las gradas, un puñetazo en la cara o un puntapié en el estómago.

Es difícil salir de un problema tan grande como la violencia familiar con personas –lo mismo que instituciones– que cierran los ojos ante algo tan evidente y que, además, va en aumento.